Mensaje para lxs Estudiantes. Profesora Liliana Leslabay:
Queridxs estudiantes:
He demorado esta carta porque me cuesta enormemente escribirla…pero acá estoy, reponiéndome del llanto que una y otra vez me nubla los ojos y me estruja el corazón para dar lugar a la palabra aquilatada por el tiempo.
La docencia es mi forma de vida, es la usina que alimenta mis pensamientos y mis acciones, es la fuente inagotable de alientos, inquietudes y desafíos. Que me haya jubilado es apenas un cambio de estado.
Seguiré siendo docente siempre, en otros ámbitos, con otras modalidades, con otros tiempos, con nuevas formas de mirar e interpretar la mirada de los jóvenes que, con ojos abiertos y atentos, buscan ampliar su propia mirada del mundo. Maravilloso juego de miradas en el que el mundo se recrea y cada uno de nosotros se reinventa. Instante inasible e inefable que nos consagra en nuestra plena humanidad.
Si acaso algo de esto los habita, el ejercicio docente seguirá siendo un privilegio, y mi finita existencia supondrá su anhelada trascendencia, fuente última o razón primera de toda educación.
Con amor entrañable, Liliana
Queridxs estudiantes:
He demorado esta carta porque me cuesta enormemente escribirla…pero acá estoy, reponiéndome del llanto que una y otra vez me nubla los ojos y me estruja el corazón para dar lugar a la palabra aquilatada por el tiempo.
La docencia es mi forma de vida, es la usina que alimenta mis pensamientos y mis acciones, es la fuente inagotable de alientos, inquietudes y desafíos. Que me haya jubilado es apenas un cambio de estado.
Seguiré siendo docente siempre, en otros ámbitos, con otras modalidades, con otros tiempos, con nuevas formas de mirar e interpretar la mirada de los jóvenes que, con ojos abiertos y atentos, buscan ampliar su propia mirada del mundo. Maravilloso juego de miradas en el que el mundo se recrea y cada uno de nosotros se reinventa. Instante inasible e inefable que nos consagra en nuestra plena humanidad.
Si acaso algo de esto los habita, el ejercicio docente seguirá siendo un privilegio, y mi finita existencia supondrá su anhelada trascendencia, fuente última o razón primera de toda educación.
Con amor entrañable, Liliana
